Hace unos días hablábamos aquí de la dificultad que supone en un destino «de sol y playa» abrir nuevos caminos en cuanto a promoción turística. Nos referíamos a cómo en Lanzarote se está intentando situar el turismo del vino como una alternativa poderosa a la oferta tradicional imperante en la isla.
Casualidades de la vida, el pasado jueves se presentó la iniciativa «De vinos por Lanzarote», una idea en cuya simplicidad está su mayor potencial: vas a los hoteles donde se alojan los turistas y les vendes bonos-degustación a un euro y medio. Estos bonos se canjean luego por vino en cinco de las bodegas conejeras más representativas.

¿A qué me refiero cuando digo lo de la simplicidad de la idea y su potencial? Por ejemplo:
– Uno de los problemas que padece el enoturismo en Lanzarote es que buena parte de los dos millones de turistas que nos visitan no sabe que aquí se produce un vino de calidad excepcional. Si los visitas en sus hoteles y se lo cuentas, ese desconocimiento disminuye.
– Muchos de los turistas «de hotel» se enclaustran durante su estancia. En eso los hoteles se lucen: oferta variada y activa para toda la familia, facilidades para el descanso y el ocio, «aparcamientos» para niños (minidiscos, zonas de juegos…), precios ajustados, etcétera. Si en ese hábitat tan peculiar les dices: «Mira, por poco más de lo que cuesta un café te damos un vino magnífico en un entorno que no se parece a nada que hayas visto jamás y que no te dejará indiferente», pues estás creando una expectativa y ofreciendo un aliciente para que una mañana se escapen y conozcan La Geria y lo que allí se hace.
– Si consigues que vayan, es muy probable que repitan si vuelven de vacaciones a la isla. Y, más importante todavía, crecerá también la probabilidad de que en su entorno, cuando cuenten sus vacaciones a sus amigos, hablen de ese vino tan rico que tomaron en esa bodega de gente tan amable enclavada en ese paisaje tan sobrecogedor. Y así, si esos amigos vienen a Lanzarote, puede que tengan en mente una escapada a La Geria o comprar vino local.
Eso sí, si van habrá que tratarlos bien, hacerles sentir cómodos y ofrecerles complementos que redondeen la experiencia: visitas guiadas interesantes, exposiciones, catas, zonas de descanso, «aparcamientos» para niños…
Ahora solo falta estar atentos a cómo funciona la iniciativa, que de momento ha conseguido unir a algunos de los actores más representativos y con mayor potencial para impulsar el enoturismo en la isla (y esto ya es un logro per se que creo deberíamos reconocer, sobre todo, al Consejo Regulador).
A todos les deseamos la mayor suerte del mundo.
2 respuestas a «Ve a por los turistas, condúcelos a las bodegas»
A ver si las bodegas se dan cuenta de lo valen los blogs como este!!
¡Muchas gracias por el comentario, Lara! Lo importante es contar historias bonitas y que se lean 😉
Un beso