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Más Frida, más pies para qué los quiero, más alas pa volar…

Pizarra y tiza para una nueva forma de presentar al público el trabajo de Las Nanis de Nani. La verdad es que luce mucho…

Las Nanis de Nani

¡¡¡Bienvenidos a 2015!!! Vamos a arrancar el año nuevo con un homenaje a muchos de ustedes, por lo que se ve admiradores de Frida Kahlo y su obra: las estadísticas de nuestra web indican que una de las entrada más populares del año pasado fue ‘Frida Kahlo: pies para qué los quiero, si tengo alas pa volar… ¡Y manos para pintar!‘, publicada en marzo de 2014.

Así que hemos decidido actualizar el tema publicando las fotos de otro par de nuestras zapatillas pintadas a mano recientemente y dedicadas a la enorme pintora mexicana y a su tormentosa existencia. Como siempre decimos, ojalá les gusten…

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El futuro del turismo y el ‘Big Data’, en diez ‘tuits’

El lunes 26 se celebró en Lanzarote un seminario de innovación hotelera impartido por Fernando Gallardo. Un seminario que podríamos llamar «El futuro del turismo ante la nueva revolución del ‘Big Data«, y en el que la idea que subyace es la de aprovechar la ingente cantidad de datos que generan los turistas antes de llegar al destino para ser capaces, luego, de proporcionarles una experiencia lo más personalizada y enriquecedora posible.

Como en este blog hablamos de (eno)turismo, pero sobre todo hablamos de redes sociales, he decidido hacer un resumen de las ideas fundamentales del seminario a través de diez ‘tuits’ de varios de los asistentes a la jornada, entre ellos yo. A ver cómo sale el experimento.

Gallardo (periodista, escritor, conferenciante y analista de tendencias y nuevos conceptos en materia de turismo) enfoca estos seminarios en el conocimiento del cliente, puesto que su máxima es que «un hotel de verdad es cosa de personas». Y el conocimiento del cliente a través de la recopilación y el análisis de los datos debe llevarnos a ofrecerle ideas, productos y emociones.

Esos productos o emociones dejarán de ser seriados, como coches en una línea de montaje, para pasar a ser fruto de una negociación persona a persona, lo que dará lugar a unas ventas cada vez más individualizadas. ¿Estaría dispuesto tu hotel a ofrecerle a cada cliente un colchón fabricado según sus exigencias previas?

Y aquí viene la clave de toda esta «revolución» (y la que más me gusta): el tratamiento de los datos servirá para hacernos menos preguntas y sustituirlas por más respuestas anticipadas. Y ello nos permitirá predecir el futuro. ¿Cómo? ¡Creándolo!

El análisis que hagamos de los datos debe basarse, según Gallardo, en la «Regla de las 7V«: a las tres clásicas del volumen de los datos, la velocidad a la que deben procesarse y su variedad (formatos diferentes), hay que añadir la veracidad (datos falsos distraen), el valor que esos datos tienen para nuestra empresa, la variabilidad (la información cambia) y su visualización.

Parte de la revolución, en realidad, ya se empieza a desarrollar. Por ejemplo, la forma en que se nos presenta la información en Google está cambiando, y no tardará mucho en llegar el momento en que, en vez de buscar nosotros los datos, sean estos los que nos busquen a nosotros.

Vamos a bajar por un momento a lo práctico, a lo más inmediato para un hotel: ¿Qué ventajas puede tener el estudio de los datos a la hora de gestionar nuestro establecimiento? La principal es que los datos nos darán un conocimiento mucho más exhaustivo del cliente, y esto, de manera automática, hará que la reserva de ese cliente aumente su valor.

‘Big Data’ significa también «escucha activa«, algo fundamental no solo en el sector del turismo, sino aplicable también a cualquier otro sector. ¿Qué sería de las empresas en las redes sociales si no practicaran de forma constante la escucha de sus clientes, reales o potenciales, para atender sus necesidades, inquietudes o quejas? Bueno, en realidad, dándole la vuelta al argumento, gran cantidad de empresas fracasan en las redes sociales por no practicar esa escucha activa: «Llego, suelto mi rollo y me voy».

https://twitter.com/JuanCazorla/status/470893609500561408

Sujetos fundamentales en este futuro (ya presente, en realidad) del turismo del que estamos hablando son los millennials, una generación con hábitos de consumo diferenciados y muy exigente respecto a las empresas (¿Cómo viajan los millennials? por Esther García). Conocerlos, anticiparse y satisfacerles puede ser crucial para el sector.

https://twitter.com/JuanCazorla/status/470899168652066816

https://twitter.com/JuanCazorla/status/470903296673447936

En definitiva, que si no conocemos al cliente no hay forma de mejorar su experiencia; y si queremos mejorar su experiencia, debemos esforzarnos por obtener toda la información posible para anticiparnos y hacer que su estancia con nosotros le lleve a repetir (que es de lo que se trata).

Dije que iban a ser diez ‘tuits’, pero añado este otro que sive de conclusión optimista de una persona siempre optimista:

¿Y tú? ¿Estuviste allí? ¿Cómo lo viviste? ¿Habías oído hablar de esto de la nueva revolución del ‘Big Data’?

 

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Comunicación 2.0 Lanzarote

Awesome blog el de Las Nanis de Nani!

Awesome blog el de Las Nanis de Nani!

Uno de mis proyectos más queridos, el blog de Las Nanis de Nani, recibe el reconocimiento de los creadores de la plantilla con la que está hecho (Singl). Se trata de un trabajo para un artista que desde Lanzarote convierte simples zapatillas en obras de arte pintadas a mano. Lo cual me da pie a recordar la importancia de elegir bien un diseño para un blog en función de los objetivos del negocio de que se trate. En este caso, tenía que predominar la imagen por encima del texto (que también está cuidado y trabajado, por supuesto). Porque WordPress en su vertiente gratuita (WordPress.com) permite hacer maravillas reduciendo al máximo los gastos. Eso sí, para saltos adelante, hay que aumentar la inversión, contratar alojamiento y mudarse a WordPress.org. ¿O a lo mejor ya no es tan necesario?

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Comunicación 2.0 Lanzarote Redes sociales

De redes y Lanzarote, Año 0

¡Qué difícil resulta cambiar un blog que lleva tanto tiempo hablando de lo mismo! Pero vamos a intentarlo. Atentos a sus pantallas, porque (re)comenzamos…

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Enoturismo Lanzarote Vinos

Mi nueva web sobre Lanzarote y su vino

 

Lanzarote Wines, el portal de información sobre el vino de Lanzarote
Lanzarote Wines, el portal de información sobre el vino de Lanzarote

Lanzarote Wines

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Comunicación 2.0 Enoturismo Lanzarote Vinos

Yo tenía un blog de enoturismo en Lanzarote…

…en el que también hablaba de redes sociales. ¿Se acuerdan? Es este que están leyendo ahora mismo 😉

Pero un buen día ocurrieron cosas y decidí separar a los siameses. Por un lado, lancé el sitio web Lanzarote Wines, al que me he llevado las historias relacionadas con los vinos y el enoturismo en la isla, y en el que esas historias comparten espacio con muchísima más información sobre mis temas favoritos; por otro, la gente de Verema, una plataforma de información también sobre vino y enoturismo y muy seguida en España y América Latina, me ofreció subir los contenidos a su portal, y así lo hemos hecho: desde hace poco, tengo un blog en Verema, que «casualmente» se llama (de momento) De vinos, redes y Lanzarote.

Dentro de poco, este blog que ahora están leyendo se transformará en otra cosa, muy probablemente centrada en la comunicación 2.0, por lo que los que quieran seguir bebiendo mis contenidos de unos u otros temas serán bienvenidos en cualquiera de los tres espacios citados.

¡Muchas gracias!

P.D.: Gracias a Tomás Esteban por sus siempre brillantes ideas

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Enoturismo Lanzarote Viajes

Planeta Geria

El ciclo de la uva y el vino de Lanzarote, contado en minuto y medio: del hoyo vacío a la degustación, pasando por la maduración y la vendimia. O de cómo La Geria, el paraíso del enoturismo en la isla, alberga ese milagro que es arrancarle a la lava del volcán un vino de primera categoría.

Y tú te lo estás perdiendo…

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Enoturismo Lanzarote Vinos

La (otra) vendimia en Lanzarote

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote acaba de confirmar lo que ya se preveía: la cosecha de 2013 ha sido un pedazo de cosecha. Diría más: ha sido un cosechón (sorpresa la mía cuando comprobé que el palabro no es tal, sino que existe en el Diccionario de la RAE. Eso sí, sin noticias de «enoturismo»…).

En total, se han recogido 2.184.287 kilos de uva, la mayor cantidad desde 2006 y un 22% más que la recolectada en la isla el pasado año (1.779.799 kilos). ¡Enhorabuena a la gente del campo!

El caso es que, aprovechando el balance tan positivo de la vendimia recién terminada, he echado la vista unas semanas atrás y he recordado la jornada de recogida de uva tan simpática que compartí en agosto con la (extensa) familia Acosta. Hace un tiempo conté la visita a Bodegas El Grifo en pleno proceso de recolección; ahora toca narrar «la otra forma» de vendimiar y producir vino, fuera del circuito comercial: se trata de hacer vino solo por el placer de beberlo y disfrutarlo.

Amanecer en La Geria
Amanecer en La Geria

La jornada en La Geria comienza antes del alba (confieso que yo me perdí y llegué un poco más tarde), con ese fresco muy de agradecer que se acabará echando de menos a medida que el día crezca. Son las horas de la bruma, que avanza desde Timanfaya y permite que el picón absorba una humedad crucial para el desarrollo de la uva en ese entorno volcánico tan hostil como maravilloso.

Al llegar algo tarde, el patrón Miguel y su cuadrilla ya se habían repartido todos los útiles necesarios para las tareas de recolección y se movían como hormigas entre hoyos y laderas. Ese día tocaba recoger malvasía y listán negro, y dejaban la moscatel pendiente para más adelante. La experiencia, años y años dándose palizas tremendas solo por placer, les sirve para saber cuándo la uva está o cuándo no está. Y no fallan.

Al hoyo

La maniobra es tan simple como incómoda: en cada hoyo suele haber una sola cepa, y se trata de meterse y agacharse para cortar los racimos con tijeras especiales, llenar las famosísimas cajas amarillas (en el caso de la uva blanca) y salir camino del siguiente hoyo. En llano van tirando, pero en ladera hay que mirar por dónde pisas no vaya a ser que acabes rodando tú volcán abajo.

Y así hoyo tras hoyo, ladera tras ladera, caja tras caja. Luego se cargan en la también famosísima «camioneta» y se llevan hasta el almacén. Y vuelta a empezar. Ese día había llegado gente de otras islas, con lo que en un par de horas terminaron de recoger la uva de todas las fincas que se habían programado.

Es a partir de entonces cuando comienzan las tareas de bodega: el prensado (manual, pero casi sin pisar), el encubado, la fermentación… En fin, todos esos pasos que permitirán que un tiempo después el trabajo duro del campo se plasme en ese manjar que llevarse a la boca.

Y pese a que yo vendimiar, vendimié poco, sí me invitaron a un buen desayuno-almuerzo-enyesque con chorizo, lomo, pan y vino tinto, por supuesto. Mientras comentaban la jugada, preparaban ya el fuego para asar el pescado de la comida, con lo que se preveía que la jornada iba a prolongarse. Es lo que podríamos llamar la Fiesta de la (otra) Vendimia de Lanzarote. ¡A la próxima me quedo hasta el final!

Gente (buena) de vendimia en Lanzarote
Gente (buena) de vendimia en Lanzarote

Antes de irme, le hice al patrón Miguel la pregunta que me rondaba en la cabeza desde el día anterior: «¿Y todo este trabajo duro, tantos años, para qué?». Y la respuesta fue simple y contundente: «Por el placer de beber el vino». Pues eso: que el vino lo hace gente; y el vino bueno lo hace buena gente.

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Visita a Bodegas El Grifo en vendimia. Brunch de Lilium

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Uno de los símbolos de la bodega

De vuelta a Lanzarote de mi escapada a las Rías Baixas, y para sacudirme cuanto antes la morriña que me empapa cada vez que regreso, me fui a hacer una visita a Bodegas El Grifo. Finales de julio y principios de agosto es la época ideal para visitar bodegas en la isla, porque están en plena vendimia (es la primera del hemisferio norte) y eso permite aprender sobre el terreno muchos de los procesos propios de la actividad vitivinícola que en cualquier otra época del año tendrías que imaginarte.

Bodegas El Grifo, la más antigua de Canarias, organizó una jornada especial con motivo de la recogida de la uva, que incluyó pateo por las viñas, recorrido por la «trastienda» de la bodega, cata de mostos, visita al Museo del Vino y a la casa aneja y degustación de sus vinos con tapas del Restaurante Lilium, de Arrecife. Todo por treinta euros.

La visita la dirigieron Sara Hernández, directora comercial, y Tomás Mesa, el enólogo. Es cierto que se complementan muy bien, mezclando información detallada sobre la historia, los productos y las peculiaridades de la bodega con aspectos técnicos sobre la viña, la uva y los procesos de producción. Y lo más importante: ambos son muy agradables y transmiten respeto por su trabajo, algo que hoy en día es de agradecer.

El ‪enoturismo‬ consiste en esto: en patear, oler, tocar, probar, fotografiar, preguntar, escuchar, aprender, sentir… Y las visitas de este tipo son fundamentales para enganchar al viajero, de tal forma que perciba su estancia allí como un valor añadido a sus vacaciones, repita en otra ocasión y recomiende a sus amigos que prueben la experiencia. Y compre vino, por qué no.

La guinda de esta visita la pusieron Orlando y Sandra, del Restaurante ‪‎Lilium‬. Creaciones originales de vanguardia para demostrar las infinitas posibilidades de combinación que existen entre los buenos vinos de Lanzarote y los productos más tradicionales de la tierra y el mar. Sin palabras me dejó la panna cotta de tunos con nata infusionada con pétalos de rosas secas. ¡Casi ná!

Así pues, buena iniciativa de El Grifo que recoge lo fundamental de la visita a una bodega. Se pueden hacer más cosas, claro, pero estas están bien hechas.

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Enoturismo Lanzarote Viajes Vinos

De Lanzarote a las Rías Baixas: paisajes opuestos, misma pasión

Hace unos días regresé de una escapada mínima a mi tierra, Galicia, a ver a la familia. Y a probar vinos, claro. No se puede visitar los dominios de la Denominación de Origen Rías Baixas en plena Festa do Albariño y no empaparse de sus vinos y de sus paisajes.

Así que cámara en mano me pateé viñas por Cambados, Meaño, Xil, Meis… Recorrí buena parte del Val do Salnés. Viñas verdes, frondosas, camino de la vendimia y con buen aspecto, rodeadas de bosques verdes, frondosos, majestuosos. Un escenario de enoturismo verdaderamente impactante.

Y, claro, enseguida me vinieron a la cabeza las diferencias enormes que hay entre mis (adorados) paisajes gallegos y nuestros (adorados) paisajes lanzaroteños. En dos horas y poco de vuelo pasé del negro-lava-verde-malvasía conejero al verde-bosque-azul-albariño pontevedrés, del clima árido de aquí al frescor húmedo de allá, del feroz (y feraz) manto volcánico que desde Timanfaya envuelve La Geria a los interminables valles, bosques y montes que perfilan las comarcas de las Rías Baixas.

Diferentes cultivos, uvas, densidades…

Las diferencias no se limitan a los paisajes. Es una obviedad decirlo, pero el clima condiciona las características de la producción en ambas zonas. En Lanzarote, ya hemos contado muchas veces cómo es casi un milagro que de la lava salgan unos vinos tan ricos. Pero ocurre, y el hombre se adapta a lo que la naturaleza le ofrece, cultivando la vid en hoyos y zanjas, protegiendo a la planta del alisio y realizando la vendimia prácticamente a mano.

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Cuando llega le vendimia, La Geria, en Lanzarote, se viste de verde y negro

Y en las Rías Baixas todo es diferente: las características climatológicas y geográficas casi te piden a gritos que plantes la vid, en una explosión de verdor y fertilidad que sobrecoge. Las parras recorren metros y metros de alambre en plantas con una densidad impensable por estos lares. Incluso en el jardín de mis padres encontré uva, plantada años atrás y que sobrevive sin apenas cuidados, invierno tras invierno, verano tras verano.

2.000 hectáreas cultivadas frente a 4.000, 1.700 viticultores registrados frente a 6.700, diecisiete bodegas frente a 177, un millón de litros embotellados frente a doce millones… Estos datos, correspondientes a 2012 y que se pueden consultar en las webs de los Consejos Reguladores de Lanzarote y de las Rías Baixas, dan idea de que lo que nos entra por los ojos, tan extrañamente distinto, es lo que se materializa en cada una de las dos zonas.

Diferentes culturas, técnicas de cultivo, uvas… Diferentes paisajes, climas y personajes. Diferentes retos y desafíos. Pero en definitiva una misma pasión y dedicación: sacar de las entrañas de la tierra el mejor vino posible, ese que hace que, allí o aquí, seamos felices compartiendo una botella en torno a una mesa. Allí o aquí.